John ya es huracán 2 y será 3 al impactar a México: trayectoria en vivo

El huracán John, que se formó en el Pacífico, se ha intensificado rápidamente y amenaza con impactar la costa sur de México en las próximas horas. Según información del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), John alcanzó la categoría 1 al mediodía del lunes 23 de septiembre, pero en un lapso de solo cuatro horas, sus vientos ganaron fuerza, elevando el ciclón a la categoría 2. Se espera que el impacto directo ocurra entre las costas de Oaxaca y Guerrero, aunque otros estados del sur y centro del país también sufrirán efectos colaterales debido a la magnitud del fenómeno.

El momento exacto del impacto podría darse durante la noche de este lunes o en la madrugada del martes 24 de septiembre, según estimaciones preliminares. A medida que el huracán avanza, las autoridades de protección civil de las entidades costeras han activado protocolos de emergencia, y Conagua ha señalado que actualizará constantemente la información conforme se modifique la trayectoria o intensidad de John.

Impacto en las comunidades costeras

Conagua advierte que las condiciones generadas por John podrían causar inundaciones, deslaves y cortes de energía en las zonas afectadas, con un particular riesgo en las áreas montañosas cercanas a la costa. Aunque el epicentro del huracán se espera en las costas de Oaxaca y Guerrero, estados como Michoacán, Colima y Jalisco también podrían experimentar lluvias intensas y vientos de gran velocidad.

Las autoridades han emitido alertas de evacuación preventiva en zonas vulnerables de las costas, mientras que los puertos de la región ya han sido cerrados a la navegación. Se recomienda a la población seguir de cerca las indicaciones de las autoridades y prepararse para el impacto del ciclón, que podría continuar intensificándose a medida que se acerca a tierra.

Entendiendo la escala Saffir-Simpson

Los huracanes se clasifican de acuerdo con la escala Saffir-Simpson, un sistema desarrollado para medir la intensidad de los ciclones basándose en la velocidad sostenida de sus vientos durante un minuto. Esta escala es fundamental para comprender el potencial destructivo de un huracán y está dividida en cinco categorías, cada una con un rango específico de velocidades de viento y un conjunto de impactos esperados.

Categoría 1 (119-153 km/h): Los vientos de esta intensidad pueden causar daños moderados, arrancando árboles y techos débiles. Aunque el riesgo de daños catastróficos es bajo, es posible que personas, ganado y mascotas sufran lesiones debido a la proyección de escombros arrastrados por el viento.

Categoría 2 (154-177 km/h): Vientos extremadamente peligrosos que generan daños extensos. Además de los riesgos de la categoría 1, las estructuras más frágiles, como las casas móviles, corren un alto riesgo de ser destruidas.

Categoría 3 (178-209 km/h): Esta categoría marca el inicio de los huracanes «mayores» según la escala Saffir-Simpson. Los daños a edificaciones pueden ser devastadores, y es probable que las casas móviles sean prácticamente aniquiladas. Además, se reportan daños significativos en los tejados y la estructura general de los edificios residenciales.

Categoría 4 (210-249 km/h): Se prevé que los daños sean catastróficos. Además de los riesgos de las categorías previas, las ventanas de los edificios más altos pueden volar por los aires, lo que incrementa el peligro para los habitantes. Los cortes de energía pueden durar semanas, y la infraestructura básica de las ciudades puede verse gravemente afectada.

Categoría 5 (más de 249 km/h): Los vientos de esta magnitud causan destrucción total en áreas extensas. Los escombros que el huracán arrastra se convierten en peligrosos proyectiles. La recuperación de un huracán de esta magnitud puede tardar meses debido a la extensión de los daños y la interrupción prolongada de los servicios básicos, como el agua potable y la electricidad.

Recomendaciones de las autoridades

Las autoridades recomiendan a la población mantenerse informada sobre el avance del huracán John a través de fuentes oficiales. Se pide a las personas que viven en áreas de alto riesgo que consideren evacuaciones preventivas y aseguren sus hogares lo mejor posible. Además, es importante tener a la mano suministros básicos como agua potable, alimentos no perecederos, linternas, baterías y un botiquín de primeros auxilios.

El gobierno federal, en coordinación con los estados afectados, ha puesto en marcha operativos de emergencia para atender a la población vulnerable. Equipos de protección civil, la Marina y el Ejército mexicano están listos para brindar apoyo en las áreas más afectadas. La Secretaría de Gobernación, a través de la Coordinación Nacional de Protección Civil, ha activado refugios temporales y centros de acopio para garantizar la seguridad y el bienestar de quienes puedan verse desplazados.

Impacto a largo plazo

Aunque el huracán John aún no ha tocado tierra, los expertos meteorológicos señalan que su rápida intensificación es parte de un fenómeno conocido como «ciclones rápidos», donde las tormentas ganan fuerza en un corto período de tiempo debido a condiciones favorables en el océano, como la alta temperatura del agua. Este tipo de huracanes son particularmente peligrosos, ya que limitan el tiempo de reacción de las autoridades y la población.

El impacto total de John solo podrá ser evaluado tras su paso, pero la historia reciente sugiere que la reconstrucción en las zonas afectadas podría tardar semanas o meses, dependiendo de la magnitud de los daños. Además, las lluvias intensas que acompañan a John podrían aumentar el riesgo de deslaves e inundaciones en las zonas montañosas, agravando las condiciones post-ciclónicas.

Con el avance de John y las constantes actualizaciones por parte de Conagua, se espera que la situación evolucione rápidamente en las próximas horas. La atención se centra ahora en la seguridad de la población y la preparación ante los posibles efectos devastadores que este huracán pueda causar.